El reciclaje es una actividad que cada día cobra más fuerza, ya que aprovechar los recursos más de una vez evita la acumulación de desechos. Aparte, cabe mencionar que existen métodos sencillos con los que se puede contribuir y solo requiere un poco de orden, al momento de botar los residuos.
¿Qué es el reciclaje?
Reciclaje se define como un proceso mediante el que se pueden convertir residuos o desechos en productos nuevos o en materia prima que permita aprovecharlos en otros usos, actividades o creaciones.
Considerando esto, reciclar podría ser una solución efectiva para disminuir la cantidad de desechos que genera un ser humano común durante toda su vida que, analizándolo en detalle, es más que considerable.
Sin embargo, debes saber que para formar parte del proceso de reciclaje, siendo un ciudadano común, puedes estar tan involucrado como quieras, ya sea cumpliendo con tu labor como ser humano, que cuida el planeta al depositar los desechos en contenedores de reciclaje, o directamente como operario de las plantas encargadas de este proceso.
Beneficios del reciclaje
Entre los beneficios más importantes y destacables que generan los procesos de reciclaje, el ahorro de energía y la disminución en la explotación de recursos van a la par, dado que resulta más económico reciclar un producto que fabricarlo desde cero.
A su vez, esto también reduce los efectos contaminantes, considerando la cantidad de desechos que pueden ser reciclados, para evitar que terminen acumulándose en vertederos que, al fin y al cabo, sólo generan contaminación ambiental de lento efecto.
Como dato adicional, debes saber que en muchos lugares la práctica de reciclaje tiene una compensación económica, pudiendo vender directamente los residuos de ciertos materiales, especialmente aluminio y metales, a empresas que se encargan de transformarlos o reutilizarlos.
¿Cómo reciclar?
El proceso de manejo y conversión de desechos en productos nuevos o materia prima puede resultar complejo, dependiendo del tipo de residuos con los que estés trabajando, pero si prefieres solo contribuir con separar tu basura en contenedores de reciclaje para casa, fácilmente puedes adquirirlos en tu ferretería de confianza.
Una vez que comiences a usar los contenedores, las empresas públicas o privadas que se encargan de la recolección de basura en tu comunidad podrán seleccionar fácilmente qué desechos califican para el reciclaje y encargarse de llevarlos a cumplir su siguiente paso.
Contenedores de reciclaje
Los cubos de reciclaje son contenedores que se diferencian por colores y están pensados para poder dividir y clasificar los desechos según su tipo, facilitando el manejo de los remanentes por las empresas de reciclaje.
Si quieres saber qué va en cada contenedor, te invitamos a conocer el listado de categorización de estos cubos de basura que hemos redactado a continuación, donde evaluaremos la clasificación de cada opción y qué puedes botar en cada una de ellas:
Tipos de contenedores de reciclaje
Los contenedores de reciclaje domésticos, al igual que los empleados en espacios públicos, también se dividen en colores, por lo que es importante conocer sus categorías para saber qué va en el contenedor amarillo, verde, rojo o cualquier otro.
Ya sea que vayas a instalar contenedores de reciclaje en casa o en algún espacio público, debes asegurarte de que cada uno esté plenamente identificado, para así evitar que la basura no sea clasificada adecuadamente.
Contenedor gris
El contenedor gris podría catalogarse como parte de los cubos de basura convencionales, dado que en él se pueden depositar los desechos del hogar si no se cuenta con los contenedores de otros colores. Es uno de los más comunes y, de igual manera, previene que el mal olor de los desechos se esparza por el ambiente.
Contenedor verde
Ahora nos encontramos ante el contenedor verde el cual, según lo dictaminado por las guías de reciclaje, es donde deben ir todos los restos de vidrio, sean botellas, envases, espejos y cristales rotos. Un detalle del que debes estar atento al usar este contenedor es que, antes, debes retirar cualquier tapa metálica o de plástico y ponerla en el que corresponda, según su tipo.
Contenedor amarillo
En el contendor de color amarillo puedes botar las latas de gaseosa y desechos plásticos que tengas en casa, los cuales suelen estar entre los más abundantes. La presencia de plástico en los diferentes productos de consumo se ha convertido en un verdadero problema ambiental, pero estos métodos de reciclaje ayudarán a disminuir su número y a reutilizar lo que se pueda.
Por ejemplo, si necesitas deshacerte de un equipo electrónico como una TV Box, la comparativa de sus materiales sugiere que debe ir al contenedor amarillo, considerando que, en su mayoría, puede aprovechar el reciclaje plástico y tiene elementos metálicos. Lo mismo aplica si te surge la duda de las latas a qué contenedor van, ya que están hechas de aluminio.
Contenedor naranja
El color naranja se designa para los llamados contenedores de residuos orgánicos, es decir, todo aquel remanente de productos naturales, sean comestibles o no. Por lo general, si no se tiene un contenedor de restos naranja, estos desechos también pueden vaciarse en el de color gris.
Contenedor rojo
Este tipo de contenedor no es común de ver en áreas públicas, dado que está destinado a almacenar restos que son catalogados como peligrosos o insalubres. Por lo general, pueden ser hallados en sitios como hospitales, donde son aprovechados para deshacerse de desechos que supondrían contaminación ambiental.
En consecuencia, también son los que deben salvaguardar elementos que contengan ácido como, por ejemplo, baterías de coches, aceites, insecticidas, pilas, entre otros.
Contenedor azul
El azul es el contenedor designado para almacenar restos de papel y cartón, siendo uno de los más usados en oficinas. También es llamado contenedor de papel y la eficacia de los programas de reciclaje para este tipo de material son bastante buenos, permitiendo crear otro tipo de productos.
Lo mismo aplica con el reciclaje de cartón, ya que una caja de cartón vieja o sucia puede ser triturada y purificada, para crear otra con las características adecuadas para ser usada nuevamente.
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