Cómo limpiar el mármol para que brille

Última actualización: 24.04.24

 

Entre los materiales pétreos que están marcando tendencia en la decoración tenemos el mármol. Es un material neutro que además de belleza también ofrece versatilidad, por lo que es utilizado en una gran variedad de superficies. Sin embargo, el mármol exige de cuidados especiales y de una rutina de limpieza que debe cumplirse de manera precisa.

 

El mármol es una piedra metamórfica compuesta por roca caliza y otros minerales como cuarzo, grafito, óxidos de hierro, micas, pirita y minerales arcillosos. Además, es un material natural que destaca por su resistencia al calor y a los impactos.

Su belleza viene dada por la gran gama de veteados y de colores diferentes en los que se puede conseguir, lo que hace que cada pieza resulte única y pueda adaptarse a diferentes estilos decorativos.

Por esto, el mármol está presente no solo en el suelo de muchos hogares, sino también en superficies como las encimeras de la cocina y baño. Así mismo, algunas piezas decorativas pueden estar fabricadas con este material, tales como estatuas, jarrones o mesas.

El mármol es un material que aporta un toque de elegancia y sofisticación a cualquier ambiente. Sin embargo, más allá de su atractivo natural, la limpieza de mármol requiere de dedicación y cuidado.

 

La delicadeza del mármol

La delicadeza del mármol está relacionada con su mantenimiento. Dado que se trata de una de las rocas metamórficas más porosas de la naturaleza, es un material que resulta sensible química y mecánicamente; por lo que puede mancharse o arañarse con facilidad. Por esta razón, necesita de cuidados continuos.

Tipos de mármol

Es importante conocer los diferentes tipos de mármol que existen. Esta clasificación está relacionada con su color; en tal sentido y de modo general tenemos los siguientes:

 

Mármol blanco

El mármol blanco es un material que transmite limpieza y pureza. Así mismo, aporta luz y amplitud a las estancias; por lo que es idóneo para poner en espacios pequeños como baños y cocinas. El blanco es un tono que combina con cualquier tipo de mármol y con diferentes estilos decorativos.

 

Mármol negro

El mármol negro es una de las piedras más sofisticadas y elegantes, por lo que resulta perfecta para crear un ambiente sobrio y glamuroso. Entre estos mármoles, destacan por su belleza el Marquina y el Canfranc gracias a su textura suave y aterciopelada.

 

Mármol travertino

Es un mármol color crema de gran dureza que se caracteriza por su versatilidad, ya que puede ser utilizado en interiores y exteriores, en suelos y paredes; siendo el mármol más habitual que se usa tanto en el revestimiento como en las encimeras de los cuartos de baño.

 

Mármol veteado o manchado

Este tipo de mármol es el más común y se distingue porque puede encontrarse en tonos de gris, marrón, azul, verde, rosa y amarillo; también posee en algunos casos vetas oscuras y en otros, sutiles líneas irregulares que hacen un hermoso contraste.

 

Trucos caseros para limpiar mármol

Conocer los productos para limpiar mármol que sean compatibles con su naturaleza, es de gran ayuda para no dañar esta delicada superficie. En casa se pueden encontrar productos de uso diario que ayudan en la limpieza y mantenimiento de este material.

A fin de obtener mejores resultados de limpieza y evitar cualquier daño al suelo, lo primero es despejar de muebles y objetos toda el área que se desea limpiar. Seguidamente, es aconsejable eliminar el polvo y la suciedad presente y para ello, qué mejor que utilizar una aspiradora Rowenta que facilite este trabajo.

Para saber cómo limpiar el suelo de mármol para que brille o cualquier otra superficie que esté fabricada con este material, es necesario eliminar primeramente las manchas presentes. En el caso de una limpieza rápida, se puede utilizar un paño húmedo en una solución de agua con alcohol.

Pero si se quiere hacer una limpieza más profunda, lo mejor es mezclar en un cubo con agua tres cucharadas de bicarbonato de sodio, un chorro de jabón líquido neutro y cuatro cucharadas de alcohol. Esta solución puede utilizarse para limpiar mármol del baño o cualquier otro tipo de mármol.

Los resultados finales son un mármol brillante, limpio y como nuevo. Así mismo, a fin de agilizar la tarea de pulir algunas zonas, también se puede utilizar una amoladora angular.

Lo que se debe evitar

Dado que el mármol es una superficie delicada y porosa, es importante evitar el uso de limpiadores abrasivos que podrían dañarlo. Tampoco debe usarse sustancias que contengan elementos ácidos como el limón o el vinagre, ya que podrían restarle brillo y belleza con el paso del tiempo.

Por esto, en caso de que el problema de las manchas no se solucione con el uso de productos caseros o productos comerciales, la mejor opción es buscar ayuda profesional.

 

Cuidados del mármol blanco

Limpiar mármol blanco no es tan complicado como se puede pensar. El procedimiento más recomendable para dejarlo impecable es el siguiente: se debe humedecer un paño con agua, aplicar jabón neutro y luego frotar el mármol; solo se debe tener la precaución de aclarar y secar con un paño limpio. Con esto, además de quitar la mancha, también se consigue un suelo o una encimera brillante.

 

Limpieza del mármol travertino

Aprender cómo quitar manchas del mármol travertino y devolver su tono natural, puede ser un reto para muchas personas. Por tratarse de un mármol que está presente en muchas superficies, es muy fácil que se ensucie o se manche; especialmente cuando está en los cuartos de baño, donde la humedad siempre está presente.

Un sencillo tips para limpiar mármol travertino es usar jabón con un pH neutro, sin agua y sin ningún otro tipo de producto. Se frota con un cepillo y luego se seca cuidadosamente toda la pieza con un paño de microfibras. En el caso de existir manchas, se puede utilizar el peróxido de hidrógeno doméstico. Se humedece un paño en agua tibia y se frota el peróxido durante unos minutos.

Para mantener las superficies de mármol en perfecto estado de conservación, no es suficiente con realizar una limpieza profunda periódicamente; es fundamental un cuidado diario para evitar su deterioro.

 

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