Todo el que tenga muebles de tapicería en el hogar conoce lo difícil que puede ser deshacerse de las manchas y la suciedad, sin embargo, no es imposible si se sabe exactamente qué hacer. Tener algunos trucos bajo la manga podrá reducir el tiempo de limpieza y también la efectividad de los resultados.
A pesar de que la limpieza del hogar es algo totalmente necesario, muchos la consideran una tarea tediosa debido al tiempo que debe invertirse en la actividad y los materiales requeridos para realizarla.
Hay quienes priorizan limpiar un poco cada día para evitar que se acumule la suciedad, mientras que existen otras personas que prefieren eludir la responsabilidad hasta que sea imposible ignorar la situación. Sin embargo, hay una cosa que ambos tipos de personas suelen olvidar: la limpieza de la tapicería del hogar.
Lo primero en lo cual solemos fijarnos es en las manchas, los espacios visiblemente sucios y aquellos lugares en los que pasamos el mayor tiempo. Mientras tanto, las cortinas, fundas de sofá y alfombras, usualmente, no se limpian porque no se ven sucias, es “un proceso complicado”, no se tienen las herramientas o simplemente no se quiere. De esa manera, la tapicería se convierte en el lugar preferido del polvo y de los ácaros; los enemigos número uno de las personas alérgicas.
Hacer la limpieza de muebles tapizados, alfombras, cortinas o almohadones puede variar dependiendo del origen de la suciedad, cuánto tiempo ha pasado desde la última limpieza, entre otras cosas; sin embargo, algo que tienen en común todos estos objetos es que son más fáciles de limpiar si se usa un aspirador.
Deshazte del polvo
Los aspiradores son artefactos que facilitan la limpieza del polvo, entre otras cosas, por lo que se recomienda utilizar uno de estos aparatos para que el proceso sea menos complicado. Existen otras maneras de realizarlo, pero esta, sin dudarlo, es la más sencilla.
A diferencia de un plumero, que solo hará que el polvo vuelva al aire, un artefacto como estos logrará quitar el polvo y contenerlo para evitar que se escape. Los aspiradores sin cable son de las opciones más buscadas porque proveen el mismo beneficio, pero brindan mayor libertad de movimiento para llegar a las zonas más difíciles del mobiliario y el hogar.
Por ejemplo, modelos como el Cyclone V10 de Dyson tienen accesorios específicos para la limpieza de la tapicería, adecuados para eliminar la suciedad y devolver el lustre. Si valoras la rapidez y eficacia, entonces este tipo de aparatos será para ti, por otra parte, si prefieres ahorrar dinero, entonces es tiempo de ponerte manos a la obra.
Para quitar el polvo solo necesitarás un cepillo con cerdas suaves y, si deseas invertir algo más, entonces se recomienda adquirir uno en forma de rodillo para poder recoger también el pelo de las mascotas. Después de que no haya polvo, es necesario comenzar con la limpieza profunda.
Tu tapicería como nueva
Cada vez, con más frecuencia, el uso de fundas o mobiliario que venga con ellas es más común. Estas tienen lindos diseños y, además, solo basta con quitarlas y usar la lavadora para dejarlas como limpias. No obstante, si te gusta la vieja escuela y tus sofás no se parecen a estos, necesitarás un poco de creatividad.
Es posible comprar una solución especializada en la limpieza de la tapicería, o sino, podrás empezar humedeciendo un paño en un poco de amoniaco diluido en agua templada. Este es el primer paso para dejar los muebles impecables.
Después de este proceso, es necesario verificar que la tapicería no tenga manchas. Si el tejido está manchado, entonces debes usar un producto específico que te ayude a devolver el color original al mobiliario.
Una de las mezclas más eficientes es la de la sal y el zumo de limón, pues ambos elementos en conjunto ayudan a blanquear las manchas y a deshacerte de la grasa.
Otra opción es aplicar agua oxigenada, en caso de que las manchas hayan sido provocadas por el sudor o por sangre. Este producto, mezclado con un poco de agua, podría eliminar la suciedad de este tipo.
Por otro lado, las manchas más difíciles pudieran salir con percarbonato de sodio. Para ello necesitas disolver unas 3 cucharadas en 1 litro de agua caliente, aplicarlo a la mancha y dejarlo durante unos 10 minutos, para después frotarlo con un cepillo y aclarar.
En caso de que ninguno de estos trucos te sirva, o si prefieres adquirir productos especializados en la limpieza de la tapicería, también podrás hacerlo. Existen tratamientos específicos para distintas manchas lo que hará más fácil el éxito de la limpieza.
No dejes que la suciedad se acumule
La mejor manera de que tu sofá no tenga manchas es evitar que estas lleguen allí en primer lugar. La tapicería puede ser muy difícil de limpiar si permites que las manchas se asienten, por lo tanto, lo mejor que puedes hacer es evitar ensuciar o limpiar de forma frecuente para quitar la suciedad de forma inmediata, previniendo que se quede adherida a los tejidos.
1) Retira el polvo con frecuencia:
Cada cierto tiempo, es recomendable deshacerte del polvo. Esto eliminará los ácaros, mantendrá limpio el mobiliario y beneficiará la salud de las personas alérgicas.
Para facilitar esta tarea, podrías adquirir el mejor aspirador sin cable a tu alcance para ayudarte, o simplemente utilizar un cepillo.
2) Usa fundas
Si está dentro de tus posibilidades adquirir una funda, hazlo. Estas cubiertas son ligeras, bonitas y fáciles de lavar; además, prevendrán que la suciedad llegue hasta la tapicería.
3) Evita las manchas
A menos de que estés sentado en la silla del comedor, no lleves bebidas o alimentos al sofá. No comas sobre las alfombras. Un simple accidente podría manchar la tapicería y dejarte con un proceso difícil de limpieza frente a ti.
Aunado a esto, no te sientes en materiales de este tipo si has sudado, para evitar que alguna mancha se genere en el lugar.
Siguiendo estos consejos podrás evitar ensuciar el mobiliario, y en caso de que no lo logres, podrás entonces seguir los trucos de limpieza para dejar la tapicería impecable.
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