¿Qué se desecha en el contenedor amarillo?

 

A diario, tanto en las casas, restaurantes, establecimientos comerciales y demás, se desechan en gran cantidad envases de diferente naturaleza. De ahí, la gran preocupación que existe por la contaminación que estos generan. Hecho que puede disminuirse significativamente mediante su oportuna separación al darle el uso apropiado al contenedor amarillo.

  

Son múltiples las acciones que diariamente podemos realizar en pro de la conservación del medio ambiente. En este sentido, el reciclaje de los desechos sólidos es una de las más significativas. Y para eso, disponemos de muchas herramientas, entre ellas el contenedor de basura.

No obstante, es necesario tener claro que reciclar requiere de cultura y de establecer hábitos en nuestro estilo de vida. Pero, lo bueno es que podemos aprender fácilmente y poner en práctica los conocimientos usando los contenedores de reciclaje, incluso enseñando a nuestros hijos a ejercitar esta práctica desde casa.

Ahora bien, lo interesante de la cultura del reciclaje es que con ella no solamente ayudamos a conservar el ambiente, manteniéndolo más limpio, sino que además podemos generar algunos ingresos extras para nuestra economía doméstica, ya sea a través de la venta de los residuos sólidos generados en el hogar o bien de algún emprendimiento verde. Asimismo, se pueden reducir si se siguen ciertas indicaciones sencillas, establecidas en las normas sanitarias para los desechos sólidos.

 

¿Por qué hay contenedores de color amarillo?

Nos resulta de interés aprender el porqué de los colores y que va en cada contenedor, ya que con ello podemos organizar convenientemente de acuerdo a su tipología los desperdicios y contribuir al ahorro de recursos. Tal como sucede con el reciclaje del plástico, aluminio, papel entre otros.

Refiriéndonos específicamente al contenedor amarillo, este es el más complicado por la cantidad de desechos que han sido designados para lanzar en él. Los expertos asignaron el color amarillo para identificar los residuos más ligeros, pero que tardan más en bio-degradarse.

¿Qué tirar en el contenedor amarillo?

En los contenedores amarillos es donde colocamos mayor cantidad de desperdicios, porque además de todos los envases y recipientes plásticos, metálicos y de cartón, también se incluyen sus compuestos.

Por ello, es que estos contenedores para uso doméstico pueden encontrarse en diferentes diseños para adecuarse estéticamente al espacio. En este sentido, los hay pequeños para el interior y otros cuya capacidad oscila entre 100 y 200 litros, convenientes para espacios públicos y talleres.

Ahora bien, este se emplea para reciclar plástico proveniente de bebidas alimenticias, productos de limpieza e higiene personal, envoltorios y demás. Así como para reciclar porexpan o corcho blanco en cualquiera de sus presentaciones.

Por otra parte, también es conveniente para reciclar en él tanto latas como envases metálicos de conservas de alimentos, cerveza y refrescos. Igualmente, platos, bandejas, chapas, tapas y todo tipo de envoltorios que resultan de los productos farmacéuticos como blísteres. Adicionalmente, se usa para reciclar papel aluminio.

Cabe resaltar que los residuos plásticos, metálicos y de aluminio deben estar limpios, para un mejor aprovechamiento, ya que las empresas sustituyen parte de la materia prima con ellos. Específicamente son usados por la industria para fabricar más bolsas, envases de plástico, mobiliario o bien para la producción de nuevos botes para detergentes y líquidos de uso no alimentario.

 

Lo que no se debe tirar en el contenedor amarillo

Es importante saber que se debe evitar depositar en el contenedor de reciclaje amarillo ropa o algún tipo de tela o tejido, así como todo tipo de botellas de vidrio, residuos de cerámicas, bombillas quemadas, vidrios rotos, puesto que para ello se destina el contenedor verde.

Otros tipos de residuos sólidos que no debemos echar al contenedor amarillo son los que están conformados por cartón y papel, ya que estos deben ir en el contenedor azul. Por otra parte, la materia orgánica como restos de vegetales, hortalizas, residuos cárnicos y sobras de comida elaborada deben colocarse en el contenedor naranja.

Es importante saber que también se deben excluir de los contenedores de basura amarillos las pilas, equipos electrónicos dañados, materiales peligrosos o tóxicos, desechos hospitalarios, botes de agroquímicos, pilas, baterías, insecticidas, aceites, aerosoles o productos tecnológicos, como los controles dañados de TV, DVD, y los mandos para Nintendo Switch, entre otros equipos. La razón es que a este tipo de productos se les ha asignado el color rojo.

Beneficios a largo plazo

La idea de reciclar puede beneficiar a todos, puesto que las empresas e industrias aprovechan ciertos productos como materia prima, por lo que están dispuestas a pagar muy bien por ellos. De igual manera, se generan empleos, se promueve el ahorro energético, hay menos explotación de los recursos naturales y, por ende, también contribuimos a la reducción del calentamiento global.

Otro punto interesante es que las estadísticas señalan que la industria del plástico requiere de muchas toneladas de materia prima. Pero, con el uso de los residuos de plástico se ahorran millones de euros al año. Lo que puede resultar interesante como alternativa para la generación de recursos financieros para aquellas naciones que no cuentan con un sistema de sostenimiento.

De igual manera, esta cultura del reciclaje resulta importante porque con ella no solo se ayuda a conservar el ambiente, manteniéndolo más limpio y saludable, sino que además se pueden generar algunos ingresos extras para la economía doméstica, porque hay empresas que compran los residuos sólidos generados en el hogar.

Finalmente, queda acotar que gracias a la sensibilización ambiental cada vez se usa más y de mejor manera el contenedor amarillo. Indistintamente esté diseñado en este color o emplee etiquetas de reciclaje para su identificación. La razón es que ha sido designado para albergar un gran porcentaje de materiales que fácilmente pueden ser aprovechados por la industria como materia prima en su cadena productiva, reduciendo significativamente con ello el impacto al medio ambiente.