5 trucos sencillos para mantener la aspiradora en óptimas condiciones

Última actualización: 18.04.24

 

La aspiradora es uno de los electrodomésticos esenciales en el hogar, ya que permite mantener un ambiente más limpio y saludable para toda la familia, de una forma práctica y sin mucho esfuerzo por parte del usuario. Sin embargo, como cualquier otro aparato, necesita un mantenimiento periódico para que pueda funcionar correctamente durante mucho tiempo.

 

Es cierto que la aspiradora eléctrica ha mejorado mucho desde que fue patentada por primera vez en 1901 por Hubert Cecil Booth, un ingeniero nacido en Gloucester, Inglaterra. Han pasado más de 100 años y las máquinas que conocemos hoy en día tienen tecnologías muy avanzadas. No obstante, sigue siendo importante realizar una serie de pasos que permiten mantener la aspiradora en buen estado para sacarle el mayor provecho posible y al mismo tiempo asegurar una vida útil más larga.

 

1. No dejes que la bolsa o el depósito se llenen demasiado

Este es un truco fundamental para que la aspiradora funcione de manera correcta, es por esto que debes revisar cada cierto tiempo el estado de la bolsa según su capacidad. Para facilitar el trabajo, algunos modelos muy modernos incorporan una luz indicadora que cambia de color cuando la bolsa necesita ser reemplazada, es por esto que resulta muy importante leer las instrucciones del aparato, debido a que cada equipo puede ser diferente.

Si la bolsa está demasiado llena, la aspiradora deberá hacer un gran esfuerzo para seguir absorbiendo suciedad y sin embargo no será capaz de proporcionar un funcionamiento óptimo, por lo tanto, el resultado será deficiente y la vida útil de la máquina estará comprometida.

Por otra parte, aunque cuentes con el mejor aspirador escoba (si pulsas aquí, encuentras varios productos para elegir) sin bolsa, debes prestar atención a la capacidad del depósito y vaciarlo frecuentemente, ya que si está demasiado lleno puede afectar no solo el funcionamiento del aparato, sino que la suciedad podría retornar al aire, contaminando de esta forma el espacio que estés limpiando. En este caso, es recomendable utilizar unos guantes para realizar el mantenimiento del depósito, con el objetivo de evitar el contacto directo con el polvo.

2. Revisa el estado del cepillo giratorio

Si tienes un aspirador escoba o cualquier otro tipo de aparato de aspiración con cepillo giratorio, entonces debes tener en cuenta la limpieza de este elemento. La mayor parte de la suciedad que vamos a encontrar en el cepillo de la máquina son pelos, que por su tamaño quedan atrapados y no pasan al depósito o la bolsa. En este caso, lo primero que debes hacer es localizar tanto el cepillo como el mecanismo de apertura para acceder al mismo. Esto es de vital importancia para no causar daños en la estructura de la aspiradora, por lo que es bueno consultar el manual.

En algunos casos, necesitarás un destornillador para retirar unos pocos tornillos con el objetivo de acceder al cepillo, ya sea para sacarlo o limpiarlo directamente en la máquina. Otros modelos cuentan con sistemas de apertura más prácticos, por lo que no tendrás que utilizar herramientas. Una vez que hayas accedido al cepillo, puedes utilizar una tijera para cortar los pelos que estén más enredados, cuidando de no dañar las cerdas del cepillo. Después, es posible tirar de los pelos con las manos fácilmente.

Una vez que hayas realizado este trabajo, es bueno comprobar que el cepillo gira suavemente. Esto es muy sencillo porque los cepillos giratorios tienen rodamientos en los extremos. Si encuentras dificultad para girarlo, significa que los rodamientos están atascados por exceso de suciedad. Generalmente, las tapas de los rodamientos son fáciles de quitar porque tienen una rosca, de modo que solo debes sostener el extremo opuesto y girar la tapa con la mano. Después solo debes quitar la suciedad, colocar unas gotas de aceite multiusos y volver a colocar las tapas.

 

3. Cambia la correa periódicamente

La mayoría de las aspiradoras tienen una correa que hace girar el cepillo, pero si esta se encuentra en malas condiciones el desempeño de la máquina puede disminuir considerablemente, por lo que la deberías revisar cada 6 meses para comprobar que está funcionando de forma correcta. Solo debes quitar la correa y compararla con una nueva, si la que acabas de sacar ha perdido su elasticidad o por el contrario está muy elástica, entonces debes reemplazarla.

La correa nueva debe quedar bien colocada en la ranura correspondiente, lo que debes comprobar al instalar el cepillo, ya que de lo contrario la máquina no funcionará de forma óptima. No está de más recordar en este punto que es necesario utilizar una correa diseñada especialmente para tu aspiradora, no puede ser la correa de otro modelo diferente.

4. Limpia el filtro con frecuencia

Para que tu aspiradora esté siempre disponible para su uso, es bueno mantener el filtro en óptimas condiciones. Los modelos modernos incorporan un filtro para evitar que las partículas de suciedad regresen al aire, sin embargo, no todas las máquinas de aspiración tienen este elemento, de modo que es necesario primero revisar si tu aparato tiene esta opción.

Antes de limpiar el filtro, es bueno verificar el material con el que está fabricado, si es papel o tela es muy probable que debas reemplazarlo, pero también es posible sacudirlo mientras compras uno nuevo. Por el contrario, si el filtro es de plástico o espuma, entonces puedes limpiarlo fácilmente bajo el grifo, utilizando un jabón suave. No obstante, es importante que lo dejes secar completamente antes de volver a instalarlo.

 

5. Asegúrate de que las mangueras están libres de obstáculos

El problema típico que encontramos en las aspiradoras es la falta de fuerza para succionar la suciedad, pero la causa no siempre es una falla del motor. Así como la bolsa, los filtros y el cepillo pueden estar repletos de suciedad, esto puede pasar con los modelos que tienen mangueras, causando que el aparato realice un esfuerzo mayor al tratar de absorber el polvo.

Puedes introducir en la manguera un objeto que sea más delgado que esta, como por ejemplo un palo de escoba; de esta forma, es posible quitar rollos de pelos y otros elementos que estén atascados en mitad de la tubería flexible.

 

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