Entre las diversas tareas domésticas, fregar el suelo es una de las más importantes, ya que esta es una de las áreas que acumulan suciedad con mayor rapidez. En ocasiones, hacer que la superficie quede completamente limpia y sin marcas se convierte en un reto, pero debes saber que existen algunos trucos para lograrlo sin complicaciones.
La limpieza de suelos exige cierta dedicación en el hogar, al tratarse de un área extensa, llena de mobiliario, objetos y rincones que pueden ser difíciles de alcanzar. Por ello, muchas personas relatan dificultades para completar esta tarea o simplemente desinterés en hacerla.
No obstante, si ejecutas las prácticas de limpieza de una forma estratégica, tener un suelo brillante tomará menos tiempo del que esperas. Para ayudarte a lograr esto, a continuación presentamos consejos generales para quitar la suciedad sin dejar marcas en las superficies.
Identifica el tipo de suelo y la técnica de limpieza correspondiente
Lo primero que debes hacer es saber cuál es el tipo de suelo de tu hogar, para así identificar la técnica para ejecutar la limpieza. Por ejemplo, las tareas de fregado pueden ejecutarse con mayor o menor frecuencia de acuerdo al material. En tal sentido, por ejemplo, el uso de cera es recomendado en ciertos suelos, pero para otros puede ser negativo, al igual que el exceso de productos jabonosos.
Retirar el polvo y la suciedad
Lo primero que deberá hacerse es quitar el polvo y la suciedad acumulados en la superficie. Esto aplica para cualquier tipo de suelo y puede hacerse empleando diversos instrumentos. En los suelos de cerámica, cemento y piedra, es posible utilizar una escoba convencional, de cerdas suaves o el aspirador, que resulta de gran ayuda en áreas extensas y cuando hay partículas más difíciles de capturar.
Sin embargo, en los suelos de madera, sintéticos, o de mármol, es más conveniente utilizar directamente el aspirador, ya que pueden llegar a ser recubrimientos más delicados.
Pasar la mopa es otra acción de gran ayuda para retirar el polvo y las partículas. En ciertos casos, puede hacerse directamente sobre el suelo sin barrer, tal es el caso de los suelos sintéticos y de madera. Claro está, la práctica es conveniente sólo si la presencia de polvo o partículas no es demasiado alta. De lo contrario, siempre será mejor barrer antes de cualquier otra acción.
Emplea limpiadores naturales
Salvo algunas excepciones, el uso de limpiadores naturales es el más recomendado para casi todos los tipos de suelo, ya que se trata de productos que no deteriorarán la superficie, tienen un alto poder desinfectante y ayudan a eliminar los olores y las manchas presentes en el área.
Así, al emplear la fregona, se recomienda limpiar con bicarbonato y vinagre, mezclados con el agua donde se sumergirá dicho instrumento de limpieza. También puede pulverizarse la solución por la superficie y pasar la mopa en seguida. Estas prácticas son ideales si se trata de suelos de gres simples, o bien, de un suelo de gres porcelánico.
En la categoría de los productos naturales, encontramos también a los aceites, que resultan de gran ayuda cuando no se sabe cómo limpiar el suelo de madera para que brille, o cómo dar brillo a un suelo de gres mate.
Para ello, basta aplicar algún aceite esencial a la solución anterior. El aceite de linaza es bastante recomendado para las superficies de madera, pero también puede emplearse cualquier otro extracto oleoso, como el aceite de oliva, almendras o coco. Además, estos productos aportarán un agradable aroma al área.
Utiliza solo la cantidad correcta
Cuando se trata de una limpieza que se ejecuta con poca periodicidad, o se requiere quitar ciertas manchas, por ejemplo, al limpiar el suelo de la cocina muy sucio, puede recurrirse al uso de otros productos para fregar el suelo, tal es el caso de los jabones neutros, un detergente neutro o con el aroma preferido, aguarrás, o cloro.
Sin embargo, es conveniente asegurarse de aplicar una cantidad moderada, para evitar daños en ciertos tipos de suelo. En cualquier caso, debes saber que las marcas en la superficie son causadas cuando la solución con la que se aplica la mopa es muy jabonosa o la mopa no se exprime correctamente.
Una mopa seca para retirar la humedad
En este sentido, una práctica eficiente para que el suelo no quede con marcas, es pasar una mopa seca, con el fin de retirar la humedad. Del mismo modo, a quienes no saben cómo dar brillo al parquet, también se les indica emplear las mopas cuando estén secas, ya que esto hará que la superficie tenga un efecto de pulido. No obstante, también puede usarse la máquina rotativa diseñada para ello.
Igualmente, al limpiar el suelo laminado con vinagre o limpiar el suelo laminado mate, la recomendación es igualmente acudir a la técnica de pasar una mopa seca, a fin de potenciar el brillo que debe caracterizar a las superficies de este tipo.
No te olvides de los rincones y juntas
Más allá de que se realice una limpieza rápida, es fundamental retirar la suciedad en los rincones y juntas, en aquellos tipos de suelos que generalmente concentran partículas o manchas entre una pieza y otra.
Para esto, basta con emplear un cepillo pequeño (generalmente un cepillo de dientes que ya no se utilice) con la misma mezcla de vinagre con bicarbonato que, eventualmente, puede prepararse de forma más concentrada si la suciedad está muy arraigada, aplicando una menor cantidad de agua para darle más densidad a la mezcla.
Como se observa, estas son prácticas muy sencillas que, si se ejecutan con cierta periodicidad, terminarán por requerir menos tiempo del esperado. Lo mejor, es que al utilizar productos naturales estamos eligiendo un modo de limpieza más económico y menos dañino para la salud de quienes habitan en el lugar.
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