Las paredes blancas aportan frescura y naturalidad a cualquier estancia. Sin embargo, en comparación con los tonos brillantes, en el color blanco tanto las manchas como la suciedad suelen ser más visibles. Por ello, el contar con alternativas caseras que permitan dejarlas como nuevas sin tener que acudir al pintor resulta ser una buena opción.
La suciedad siempre estará presente en el hogar, pero aún más si se cuenta con una pared blanca. Además, existen infinidad de situaciones que favorecen la aparición de manchas, tales como: salpicaduras, un proyecto decorativo, los juegos de los niños y las mascotas e incluso la humedad.
Pero, a fin de que la familia pueda disfrutar cada uno de los espacios de la casa, es imprescindible que estos sean higiénicos. Así que para limpiar las manchas de una pared se podrían utilizar ciertos trucos que involucran el uso de algunos elementos, como un recipiente, una esponja, una bayeta y masilla, así como también agua, jabón, vinagre, bicarbonato o lejía.
Preparación de la pared
Al comenzar la tarea de quitar manchas de una pared de color blanco primero se debe preparar toda la habitación para obtener resultados eficientes. Para ello, retira los muebles, ya que además de evitar mancharlos aporta más comodidad al realizar la tarea.
Por otra parte, también es recomendable que cubras el suelo con algunas sábanas en lugar de una lona plástica, pues esta última tiende a no absorber el agua aumentando los riesgos de sufrir una caída.
En referencia a las paredes, retira el polvo alojado sobre las mismas, ya sea con una escoba, una aspiradora o un paño. Asimismo, de existir pegamento, clavos o tacos, también deben ser removidos y revestidas las imperfecciones con un poco de masilla.
Algunas alternativas económicas y prácticas para una nueva pared
Si aún no sabes cómo limpiar las paredes de la casa tendrás que saber que la limpieza dependerá del tipo de acabado con el que estas cuenten. Por un lado, las pinturas de látex solo aceptan agua y limpiador multiuso, en cambio, las de aceite admiten su limpieza con diversos productos. Otras alternativas de paredes blancas son los azulejos, el mármol y la madera, que también podrían requerir el uso de productos específicos para su tratamiento.
- Paredes con pintura de látex
Para limpiar paredes de pintura plástica o látex se debe combinar en un cubo una pequeña muestra de limpiador multiusos suave y agua tibia. Una vez que está lista la mezcla procede a empapar una esponja y pasarla por las paredes. Ya habiendo verificado que la pared está limpia cambia el agua del cubo y repite la operación con un paño limpio para quitar el producto.
- Paredes con pintura de aceite
Con estas paredes podrás valerte de diversos productos de limpieza, ya sea para quitar restos de comidas, salpicaduras, manchas e incluso los dibujos de los pequeños. Una de las alternativas más comunes y eficaces es preparar en un cubo una mezcla de agua, detergente para platos y un poco de vinagre, incluso también podrías agregarle una cucharada de bicarbonato sódico para que actúe como blanqueador.
Ahora bien, si las manchas son difíciles bien podrías utilizar un desengrasante; en especial si son las paredes de la cocina. Por otra parte, si lo que buscas es quitar manchas de humedad de la pared podrías mezclar una parte de lejía con tres partes de agua. En ambos casos, utiliza una esponja para pasarla por las paredes con el producto preparado. Si la superficie es áspera pasa la esponja con movimientos circulares y en las zonas suaves realiza movimientos verticales.
Ya habiendo aplicado la mezcla se deja actuar unos minutos, mientras cambias el contenido del cubo por agua limpia. No queda más que repasar las paredes, para aclarar, hasta conseguir que el agua del cubo permanezca clara. Si la pared queda muy húmeda se podría pasar un paño o mejor aun abrir las ventanas para que se ventile la habitación.
- Paredes blancas de madera
Aunque la madera sea un material frecuente en los pisos, también existen habitaciones que cuentan con paredes blancas de madera. Este material es más delicado y sensible para aplicarle cualquier producto; pero, también es mucho más vulnerable a la suciedad. Para conseguir una limpieza eficiente tendrías que aplicar jabón con pH neutro y aclarar con abundante agua.
- Mármol
Si tu cocina cuenta con revestimiento de mármol, debes estar al tanto de que la limpieza debe ser tanto cuidadosa como minuciosa, para que siga manteniendo sus cualidades. Dos alternativas muy eficaces serían el uso de bicarbonato o el limón.
En la primera opción tendrás que hacer una pasta mezclando bicarbonato de sodio y agua. Después, colócala sobre la pared a tratar y déjala actuar por espacio de media hora antes de retirarla. Ahora bien, al emplear limón deberás cortarlo por la mitad, frotarlo con fuerza y retirarlo de la zona con un paño húmedo.
- Azulejos
Indistintamente se trate de la cocina o el cuarto de baño, lo primero que deberás hacer es humedecer las paredes, ya sea abriendo la ducha con agua caliente o colocar agua a hervir y dejar que el vapor se disipe en el ambiente.
Seguidamente, podrás combinar agua con desengrasante o utilizar vinagre y amoniaco, cualquiera de los productos deberás esparcirlo con una esponja por los azulejos hasta quitar la suciedad. En el caso de las juntas podrías utilizar lejía y un cepillo de dientes a fin de lograr un mejor resultado.
Siempre que trabajes cerca de las salidas de corriente deberás ser cuidadoso, ya que el uso de agua en estas zonas es peligroso. De ahí que, lo más indicado es cortar el suministro eléctrico de la casa y activarlo una vez terminada la limpieza.
En síntesis, a pesar de que semanalmente tengas que limpiar las paredes sucias de humo, moho, crayones o salpicaduras de comida; deberás aprovechar la mejor época del año, como primavera y otoño, para limpiar todos los rincones de la casa de manera exhaustiva. Conseguir una pared blanca no es una tarea compleja, lo importante es contar con productos y herramientas de calidad que te ayuden a mejorar su apariencia.
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